Este sábado 1 de junio se desarrolló la gran final de la Champions League en el mítico Wembley Stadium, donde el Real Madrid consiguió la 15va Orejona en su historia tras vencer 2-0 al Borussia Dortmund. Dani Carvajal abrió el marcador con un cabezazo y lo remató Vinicius Junior para una nueva alegría. 

Esta vez no hizo falta remontada épica sobre los últimos minutos. Pero sí los de Carlo Ancelotti superaron unos 45 minutos en los que se les notó muy incómodos, con pocas situaciones y con un Thibaut Courtois quien demostró que está intacto. El belga no había jugado ni un minuto en esta Champions por lesiones en sus dos rodillas y atajó porque el ucraniano Andiy Lunin no pudo estar por gripe. 

Y mientras Fullkrug, Adeyemi y Sabitzer no podían concretar, el Real se fue metiendo en el partido. Carlo Ancelotti acomodó el medio con Kroos más retrasado y Camavinga suelto y de a poco se fue haciendo dueño del juego y de las ocaciones. Y toni, en su último partido de blanco, revirtió esa mala primera parte para ser gran protagonista. Primero con un tiro libre que evitó el arquero Kobel, de buena labor. 

Después, llegó la fórmula con la que ya habían avisado y que rompió el resultado y la resistencia de los alemanes. Centro de Kroos y cabezazo de Carbajal para ponerse en ventaja y hacer que ese favoritismo que había en la previa se empezara a notar. Con el 1-0, el Madrid se soltó y el Dortmund se hundió. 

Minutos después, tras un error defensivo de Maatsen que interceptó Bellingham, el pase llegó para Vinicius y se cerró todo. Con un remate de zurda y mordido, el brasileño convirtió el 2-0 para elegirse como una de las figuras de la final y sumar argumentos para ser el nuevo Balón de Oro dentro de unos meses.

La fiesta es toda blanca. Y de Wembley se irá por todo Madrid, donde además en unos días recibirán otra noticia para hacerlos más candidatos todavía para el año que viene cuando confirmen la incorporación de Kylian Mbappé.

 


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